Si ustedes permanecen en mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. Juan: 15: 7.
(Necesitarás una extensión eléctrica)
Imagina que tu mamá acaba de comprar un refrigerador nuevo. Está muy bonito. Tiene muchos cajones para guardar todo tipo de comida: Verduras, frutas, leche, huevo, queso y muchas cosas más. También tiene un surtidor de agua y hielo. El refrigerador es de dos puertas y la parte externa es plateada. Cuando llega el camión y la colocan en la cocina, tu la ayudas a quitarle la envoltura plástica.
Pronto, entre tú y mamá acomodan toda la comida en los diferentes compartimentos.
Al día siguiente, tu mamá se levanta a preparar el desayuno y se llevan una grán sorpresa: la comida se ha echado a perder. ¡Oh no!
¿Que habrá pasado? Revisan y revisan para buscar el problema y, ¿Qué crees? ¡El refrigerador no estaba enchufado a la corriente eléctrica! (Muestre el cable). ¡Por más bonito y eficiente que fuera el refrigerador, de nada serviría si no se conecta a la fuente de energía!
Lo mismo pasa en nuestra vida espiritual. Si no estamos conectados a Dios.
Podemos ayudar a toda esa gente para que conozcan y se conecten a Él. ¿Cómo podemos conectarnos a Dios? Al estudiar la Biblia, orar, ir a la iglesia y ayudar a los demás.
HABLA CON DIOS:
Querido Jesús, quiero conectarme a ti, pues tú eres la única fuente que da vida. Amén.