«El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio» (Proverbios 20:1).
Hoy es un día muy importante para recordar. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15 de noviembre es el Día Internacional sin Alcohol. ¿Por qué un día para recordar esto? El objetivo central es fomentar la responsabilidad de las personas, sobre todo de los jóvenes, en relación con el consumo de alcohol. No es necesario beber en exceso para que surjan los problemas. Un vaso te puede poner a un paso de la muerte.
El consumo de alcohol conlleva, y está relacionado, con un gran número de inconvenientes, trastornos y enfermedades, tales como daño cerebral, adicción y dependencia, problemas de memoria, aumento de la tensión arterial y daños en el aparato digestivo.
Por otra parte, más allá de las consecuencias nefastas para tu salud, el alcohol puede ocasionarte otros inconvenientes no deseados, que pueden afectar a tu familia, a tus amigos y a otras personas: accidentes de tránsito, problemas con la autoridad, situaciones de violencia, peleas callejeras, alteración de tu temperamento y pérdida de rendimiento en el trabajo.
Lamentablemente, las estadísticas muestran que el consumo de alcohol no solo ha aumentado en estos últimos años, sino también ese consumo comienza a una edad más temprana, lo que arruina la adolescencia de muchos jóvenes.
En Daniel 1, se relata la historia de cuatro jóvenes hebreos en la corte del rey más poderoso del mundo de entonces. Ellos estaban siendo educados en las letras y las ciencias de los caldeos y, además, recibían un menú especial que incluía alimentos y bebidas que los hijos de Dios no debían consumir. ¿Qué hacer? Daniel y sus amigos tenían muy en claro el panorama. «Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse» (vers. 8).
La decisión está en ti. Tú eres el que se propone en la mente —lugar donde radican las grandes victorias o las estrepitosas derrotas— qué hacer. Ni la sociedad, ni la presión de grupo, ni la engañosa y atractiva publicidad de productos alcohólicos tienen que hacerte ceder a la tentación de probar este maligno líquido.
Hoy puede ser un día histórico, si eres temperante y decides huir del alcohol y de toda bebida perjudicial para tu salud
«El beber moderadamente es la escuela en que los hombres reciben una educación para la carrera de la embriaguez» (Elena G. de White, Consejos sobre alimentación, p. 371). PA