«Agripa dijo a Pablo:’Tor poco me persuades a hacerme cristiano» » (Hechos 26: 28).
Estaba listo para esperar sentado toda la noche frente a una conocida tienda de productos electrónicos solo para renovar mi computadora portátil a muy buen precio. Pero para hacer esa compra, tenía que librarme primero de la computadora vieja y utilizar el dinero para la nueva. Así que publiqué un anuncio en Internet y esperé a que posibles compradores hicieran sus ofertas. Solamente tuve dos, y una de ellas fue increíble. La hizo un tipo que vivía fuera de los Estados Unidos y necesitaba la computadora para enviársela a un amigo de otro país. Estaba dispuesto a pagar más del doble de Io que yo pedía, enviaría una cantidad extra de doscientos dólares para gastos de envío!
El símbolo del dólar bailaba en mi cabeza, y pude verme comprando una computadora mejor de Io que me hubiera imaginado. Pero algo me olió mal. Los correos electrónicos tenían faltas de ortografía y provenían de dos cuentas distintas. iMe enviaría el dinero ese mismo día! Una transferencia por Internet, un clic de ratón y todo mio, Pocos minutos antes de cerrar el trato, encontré un sitio web que describía una estafa inquietantemente similar a Io que me estaba sucediendo. El comprador diría que el artículo no había llegado y la transferencia se reembolsaría a la cuenta de los vendedores.
¡Tendrían mi computadora y recuperarían su dinero! Una manera mezquina pero efectiva de estafar. Por poco me convenció. Pablo hizo todo lo posible para convencer al rey Ogripa de la verdad de Jesucristo, Agripa había pedido escuchar a Pablo y parecía tener interés, hasta que Pablo le dio la oportunidad de comprorneterse. Como no estaba preparado para tomar una decisión; le dijo a Pablo que por poco lo convencía, pero «por poco» no es suficiente cuando se trata de la salvación. Nadie quiere ser un cristiano casi convencido.
Muchas personas están muy cerca de aceptar a Jesús, pero quieren más pruebas. Mllchos que van a escuelas cristianas y crecen en hogares cristianos están «casi» comprometidos con el estilo de vida que han aprendido, pero luego deciden abandonarlo por metas mundanas. Al final, el «por poco» no te llevará a ninguna parte. No seas una persona de las de «por poco». Llega hasta el final y comprométete al ciento por ciento con Jesús.