«Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios» (Romanos 12: 2).
LA PALABRA RARA de hoy es… metamorfosis. ¿Te suena? Yo supongo que sí, que la habrás visto en la escuela, seguramente en la clase de ciencias. O quizás en alguna película de la tele, en los cómics o en una revista. Quizás se la hayas oído decir a alguien incluso para referirse a ti…, eso sería gracioso. Pero bueno, vamos a recordar brevemente qué es eso de la metamorfosis, y cómo se puede aplicar a nosotros.
La metamorfosis es una etapa de crecimiento y desarrollo por la que pasan algunos animales. Esa etapa se reconoce visiblemente, porque el animal sufre una serie de cambios por fuera. Por ejemplo, una larva rompe su capullo y se convierte en una mariposa. ¡Vaya cambio, eh! Cualquiera puede darse cuenta de que hay un antes y un después. Quizás le puedas decir a una mariposa: «Quién te ha visto y quién te ve». Digamos que la etapa de larva era la infancia y la juventud de la mariposa, y ya con alas y toda linda es su edad adulta.
Durante la metamorfosis, también se producen cambios internos en esos animales. Pero claro, esos cambios no podemos verlos. Nosotros, aunque no somos animales, también sufrimos ciertas metamorfosis. La diferencia de una vida con Jesús a una vida sin Jesús es enorme; es un antes y un después; es un quién te ha visto y quién te ve.
La vida sin Jesús es un poco loca. Uno dice y hace lo que le da la gana, no respeta a nadie si no quiere, va y viene como le gusta, sin importarle agradar a Dios o a los demás. ¿La vida con Jesús? Es sencilla, pura y merece más la pena vivirla. Cuando uno no está pendiente de vivir como le agrada a Jesús, es inmaduro espiritualmente, digamos que está en su infancia o adolescencia religiosa. Pero tras la metamorfosis que obra Jesús en el corazón, si se lo pedimos, nos hacemos maduros espiritualmente, Hemos entendido qué es la fe, y cómo se vive.
¿Qué te parece si le pedimos a Jesús que nos ayude a romper el capullo de nuestra inmadurez espiritual? Vivamos hoy con Jesús a nuestro lado.