¡Tu eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme! Salmo 31:3.
Necesitarás fotos de terremotos, algunas rocas y un plumón o marcador.
Cuando vives en zonas donde hay terremotos (muestre las fotos) te acostumbras a estar alerta. Se hacen continuamente simulacros de evacuación, para prepararse en caso de un gran temblor.
Las personas que construyen sus casas piensan que la tierra jamás se moverá, pero los terremotos nos recuerdan que nada hay seguro, ni siquiera la tierra. El único fundamento seguro en quien podemos confiar es Jesucristo. La Biblia dice que él es la roca (que su niño[a] tome una roca) y permanece para siempre.
La Biblia habla de dos hombres que construyeron sus casas; uno sobre la arena, otro sobre la roca. La casa en la arena era hermosa con un lindo jardín, pero vinieron el viento, la tormenta y el terremoto, y la casa se cayó. La casa construida sobre la roca, tal vez no era tan bella, pero cuando llegaron los desastres, no se cayó.
La casa sobre la arena significa que cuando confiamos en cosas como casas, automóviles, incluso nuestros padres o familiares, nos daremos cuenta, tarde o temprano, de que en algún momento ya no estarán.
En cambio, cuando confiamos en Jesús, que es la roca, estaremos a salvo porque prometió que viviremos para siempre. Pon al lado de tu cama la roca que elegiste y escribe en ella el nombre de JESÚS.
HABLA CON JESÚS:
Gracias, Jesús ; porque puedo confiar en ti, el único fundamento solido. Amen.