Los israelitas llamaron Maná a lo que recogían. Éxodo 16: 31.
(Necesitarás fruta picada).
Los israelitas habían salido de Egipto, donde eran esclavos, gracias a Moisés, que los llevaba a una tierra que Dios tenía preparada para que vivieran en libertad.
Mientras atravesaban el desierto, comenzaron a quejarse porque tenían hambre. Aunque ya no tenían comida, Dios envió desde el cielo un alimento supernutritivo. ¿Recuerdas cómo se llamaba? Sí, maná. Tenía todas las propiedades necesarias para mantener a los israelitas con vida y vigor.
Pero ellos pronto se cansaron del maná y quisieron comer carne. Se quejaron muchísimo hasta que Dios les mandó codornices para que las comieran. Desesperados, comieron tanta carne, que muchos se enfermaron y murieron. Si el maná era más nutritivo, ¿por qué lo rechazaron?Así les pasa a muchos niños cuando su mamá les da las verduras. Prefieren comer cosas que no hacen bien.
Imagina que todos los días comieras galletas y caramelos nada más. ¿Crees que así tendrías salud y fuerza? iClaro que no!
La próxima vez que tu mamá te sirva fruta, verduras, granos, cereales, dale las gracias porque se preocupa por ti y te da lo mejor para tu cuerpo. Luego come todo sin protestas. Ahora disfruta tu fruta picada y compártela con tu mamá y tu papá.
HABLA CON JESÚS:
Gracias, Jesús, por darme alimentos nutritivos que hacen bien a mi cuerpo, amén.