“Tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Después de escupirle en los ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ‘¿Puedes ver ahora?’” (Marcos 8:23, NVI).
El tofu era su recomendación para cualquier problema de salud. “¿Tienes una quemadura de tercer grado? Aplasta un poco de tofu sobre la piel quemada y en un día estará como nueva”, te habría dicho. “¿Tienes acné? Frota tofu por el rostro y mañana habrá desaparecido”. Esta bienintencionada mujer realmente creía en sus remedios caseros con tofu, pero a mí me parecían ridículos. Por norma general, los remedios caseros nunca han sido la solución en mi familia, pero hemos tenido casos especiales. En lugar de tofu, mi tía asegura que la plata coloidal es el gran remedio para todo.
Y recuerdo cuando nuestra cocina se llenaba de cubos de agua con champiñones gigantes porque mi tía Ros insistía en que beber aquella agua nos sanaría. No obstante, yo me mantendré fírme en mis convicciones y continuaré diciendo no a los remedios caseros.
Sin embargo, parece que Jesús Intentó aplicar uno cuando escupió en los ojos del ciego. El escupitajo era una método curativo tradicional de la época, aunque parezca asqueroso. Es interesante que Jesús, que podría haber sanado a aquel hombre con una palabra o simplemente tocándolo, empleara un remedio curativo popular.
Es como si intentara decirnos algo. Escupe en los ojos del hombre y le pregunta si puede ver, y el hombre logra ver las sombras de la gente que andaba por allí. Jesús coloca sus manos sobre los ojos del hombre una vez más y, finalmente, puede ver. ¿Crees que Jesús intentó dar a entender que los métodos tradicionales no siempre son la mejor opción?
Los métodos divinos son mucho más efectivos que los nuestros. Recuérdalo la próxima vez que te estés intentando hacer algo a tu manera en lugar de seguir la metodología de Dios.
Tus métodos son tipo escupitajo, tofu, champiñones gigantes o plata coloidal; no son los mejores. El mundo siempre intenta competir con Dios, diciéndote que su modo de hacer las cosas es mejor que la desfasada manera de actuar de Dios. Pero no lo creas. El mundo solo ofrece sombras de lo que Jesús puede hacer por ti. Así que dales una oportunidad a los métodos de Dios y verás cómo siempre traen la auténtica curación y la mayor satisfacción.