PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “El Espíritu de Dios mantiene el mal bajo el dominio de la conciencia. Cuando el hombre se ensalza por encima de la influencia del Espíritu, recoge una cosecha de iniquidad. Sobre un hombre tal, el Espíritu tiene una influencia cada vez menor para restringirlo de sembrar semillas de desobediencia. Las advertencias tienen cada vez menos poder sobre él. Gradualmente pierde su temor de Dios. Siembra para la carne, y cosechará corrupción. Está madurando la cosecha de la semilla que él mismo ha sembrado. Desprecia los santos mandamientos de Dios. Su corazón de carne se convierte en un corazón de piedra. La resistencia a la verdad lo confirma en la iniquidad. Como los hombres sembraron semillas de maldad, la impiedad, el crimen y la violencia prevalecían en el mundo antediluviano.
“Todos deberían ser inteligentes en cuanto a la causa por la cual el alma es destruida. No se debe a algún decreto que Dios haya enviado contra el hombre. Él no hace que el hombre sea espiritualmente ciego. Dios proporciona suficiente luz y evidencias para capacitar al hombre a fin de distinguir entre la verdad y el error; pero no lo fuerza para que reciba la verdad; lo deja en libertad de elegir el bien o el mal. Si el hombre recibe la evidencia que es suficiente para guiar su juicio en la dirección correcta, y elige el mal una vez, lo hará más fácilmente la segunda vez. La tercera vez se apartará de Dios aún con mayor avidez, y elegirá estar del lado de Satanás. Y continuará en este proceder hasta que sea confirmado en el mal y crea que es verdad la mentira que ha fomentado. Su resistencia ha producido su cosecha (Ms 126, 1901)”.—“Comentarios de Elena G. de White”, Comentario bíblico adventista, t. 6, p. 1.112.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En un sentido práctico, ¿qué significa realmente “restaurar” a otro creyente que ha caído en pecado? ¿De qué manera la naturaleza del pecado cometido afecta el proceso de restauración? La restauración ¿significa que todo será igual que antes? Explica.
2. Dado que hay algunas cargas que las personas deben llevar por cuenta propia (Gál. 6:5), ¿de qué manera puede determinar un creyente si debería intentar ayudar a otro?
3. ¿Cómo está cumpliendo tu iglesia las instrucciones de Pablo en Gálatas 6? ¿Qué puedes hacer personalmente para marcar la diferencia?