Lee Lucas 19: 1-10. Medita en el cambio radical que hubo en la vida de Zaqueo. Llegó a ser un hombre diferente nada más que
por estar en presencia de Jesús. Medita en este proceso de transformación de la siguiente manera: Si quieres oler como un caribú [entonces necesitas ver a un psicólogo], pero además de eso hay solamente una manera de hacerlo, debes acercarte a un caribú. De igual manera, si quieres ser transformado
a semejanza del carácter de Cristo, como lo explica el apóstol Pablo, has de tener «el olor del incienso» de Cristo (véase 2 Corintios 2: 15), para logar esto lo único que tienes que hacer
es acercarte mucho más a Cristo.
Puedes tratar de ser bueno y emitir una fragancia de justicia propia, quemar tus CDs seculares, comer corteza de árboles y tofu, nunca faltar a un culto de la iglesia, pero tus mejores esfuerzos siempre olerán a calcetines asquerosos. ¿Recuerdas las palabras de Isaías? «Todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio» (Isaías 64: 6). Si quieres irradiar el aroma
de Jesús y obtener la victoria sobre el pecado, tendrás que realizar acciones que produzcan ese aroma. Porque la fragancia
es el resultado inevitable de la acción. Entonces, ¿qué debes hacer para estar en la presencia de Cristo y ser transformado a
su semejanza?