Ellos se llenaron de miedo, y se preguntaban unos a otros: —¿Quién será éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen? Marcos 4: 41.
Ni siquiera pudimos estar presentes cuando el edificio, que había sido arrasado por el fuego, fue demolido y se extrajeron de los escombros las pocas pertenencias que nos quedaban. Pero nuestra amiga Kay sí estuvo presente. La llamé por teléfono desde la casa de mis padres y le pedí que dijera a los bomberos que recuperaran solo una cosa de entre las ruinas de nuestra casa: el candelabro de plata de mi boda, que estaba en el mueble del salón. Yo ni siquiera sabía si el mueble estaba aún en pie, pero Kay me telefoneó más tarde para decirme que habían podido rescatar el candelabro.
Cuando regresé, tenía tantas cosas que hacer que me olvidé por completo del candelabro. Estaba demasiado ocupada comprando ropa, buscando otro lugar donde vivir, haciendo de nuevo todos nuestros documentos y gestionando los muchos detalles que conlleva haber perdido todas tus pertenencias. De manera que pasaron varias semanas hasta que Kay me devolvió el candelabro y casi no podía creerlo. Esperaba algo negro, chamuscado, pero el candelabro tenía un precioso acabado plateado; estaba igual que el día que lo compré. ¡Había superado con creces mis expectativas! Yo solo esperaba restos chamuscados, pero Kay me lo devolvió como si estuviera nuevo.
Jesús también sobrepasó a menudo las expectativas de sus discípulos. Estoy segura de que así fue aquella noche de tormenta en el mar, cuando él seguía durmiendo en la barca a pesar de la tragedia. «¿No te importa que nos estemos hundiendo?», le preguntaron. ¡Con semejante acusación, quién no se iba a despertar! Jesús inmediatamente ordenó al viento Y a las Olas que se calmaran y todo se aquietó en un instante. Los discípulos se quedaron sin Palabras. No esperaban que Jesús calmara la tormenta. Quizás esperaban que se pusiera a achicar agua, o algo así. No tenían ni idea de que Jesús realmente tuviera control sobre los elementos de la naturaleza.
¿Cuáles son tus expectativas respecto a Jesús? ¿Oras para que te ayude a achicar el agua? Entonces es que no te has dado cuenta aún de que él tiene poder para cambiar las Situaciones por completo, para decirle a la tormenta cuándo debe cesar, y tarmbién para detener las tormentas de tu vida.