‘Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra» (2 Timoteo 2:21).
Fue durante un eclipse solar, el 18 de agosto de 1868, cuando el astrónomo francés Pierre Janssen observó, en la luz solar, una línea espectral amarilla que hasta ese momento era desconocida. Norman Lockyer observó el mismo eclipse, y propuso que dicha línea era producida por un nuevo elemento, al cual llamó helio. Así, a ambos se les adjudicó el descubrimiento de este elemento.
El helio es muy útil. Como es más ligero que el aire y, a diferencia del hidrógeno, no es inflamable, se usa para el llenado de globos con el fin de elevarlos. También se usa para los dirigibles. Además, es un elemento que permite liberar rápidamente el calor y actúa como atmósfera protectora, por lo que se utiliza en el sector espacial para el enfriamiento de los dispositivos. En el terreno médico, es útil para enfriar los imanes de las máquinas para imágenes por resonancia magnética.[soundcloud id=’338136229′ height=’false’]
Dios nos llama a ser como el helio: siempre útiles y al servicio, para el bien de quien lo necesite. Gabriela Mistral lo retrató magistralmente en los versos de su conocido poema «El placer de servir»:
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú. Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema. […] Que no te llamen solamente los trabajos fáciles. ¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error de que solo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios: ordenar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña.
Hoy puede ser un día histórico. Decide servir a los demás y ser útil en tu escuela y tu iglesia, en tu trabajo y tu vecindario. La sociedad espera ver jóvenes valientes y decididos a prestar un servicio desinteresado y de calidad. Entrega hoy dones a Dios,
«1Auestro crecimiento en la gracia, nuestra dicha, nuestra utilidad, todo depende de nuestra unión con Cristo (Elena G, de White, El camino a Cristo, p, 102). PA