«Manténganse ustedes despiertos -añadió Jesús-porque no saben ni el día ni la hora» (Mateo 25: 13).
El día que cumplí dieciséis años amaneció con una inesperada sorpresa: lluvia. En Phoenix, donde vivíamos, caían una o dos tormentas en todo el año, por lo que esperaba disfrutar de la lluvia durante todo el día, pero estuve ocupada y no tuve oportunidad de divertirme hasta que mi mejor amiga Brooke y yo llegamos al estacionamiento.
Estábamos esperando a mis padres para ir a celebrar mi cumpleaños y allí, en el estacionamiento miles de gotas de lluvia formaban charcos que nos pedían a gritos que saltáramos en ellos Nos miramos una a la otra y comenzamos a saltar felizmente de un charco a otro como si tuviéramos cinco años. Fue un momento de gran diversión. Estábamos ya cansadas de reírnos cuando mis padres aparecieron para recogernos. «¡¡¡Vengan!!!—nos gritaron—, se hace tarde». Pero eso fue antes de que nos miraran bien y se dieran cuenta de que estábamos empapadas y cubiertas de lodo, poco presentables para una cena de cumpleaños. Regresamos a cambiarnos de ropa, pero ya no había nada que hacer llegamos tarde.
Sería vergonzoso que Jesús nos encontrara saltando en los charcos cuando vuelva segunda vez, pero puede suceder. Tal vez nos encuentre rebozándonos en sucios hábitos como si nadie viniera a buscarnos, como si no existiera un lugar mejor al cual ir.
Jesús contó una parábola sobre diez muchachas que estuvieron esperando hasta tarde en la noche a que su novio llegara para poder ir juntos a una fiesta. Cinco de ellas llevaron aceite extra para sus lámparas pero cinco no lo hicieron. Cuando por fin llegó el novio las que no estaban preparadas tuvieron que volver a la ciudad a comprar más aceite. Las puertas se cerraron y no pudieron entrar al banquete de bodas.
La verdad es que si ellas hubieran sabido lo que iba a pasar, quizá hubieran estado preparadas. Tal vez esta sea la razón por fa cual Jesús no nos ha dicho el día de su regreso, porque anhela que estemos listos todos los días. Nadie sabe cuál será su último día en este mundo.
¿Cómo has estado viviendo hasta hoy? ¿Te estás preparando para su regreso 0 estás perdiendo el tiempo en lugares en los que no deberías estar? Si Jesús viniera esta noche, ¿que crees que pasaría?