«Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Y tomó en sus brazos a los niños, y los bendijo poniendo las manos sobre ellos». (Marcos 10: 13-16) «Llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Entonces Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel lugar». (Mateo 19: 13-15)
«También le llevaban niñitos a Jesús, para que los tocara; pero cuando los discípulos lo vieron, comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Entonces Jesús los llamó y dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él”». (Lucas 18: 15-17)
Identifícate con la historia y usa las preguntas de la sección Explica la historia para guiar tu estudio. Los tres relatos de la bendición que Cristo dio a los niños son muy similares. ¿Qué frase o porción de este pasaje te llega a lo profundo del corazón?
¿Cuál es el mensaje central que Dios tiene para ti en esta historia?