«Les he escrito a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre. Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que ya existía desde el principio. Les he escrito también a ustedes, jóvenes, porque sonfuertes y han aceptado la palabra de Dios en su corazón, y porque han vencido al maligno». 1 Juan 2: 14, DHH.
ESTAS PALABRAS DE APROBACIÓN e instrucción se dirigen a todo joven que se haya ceñido la armadura de Cristo. Los jóvenes con su fuerza pueden lograr grandes éxitos para Dios, si ponen en él su confianza. Los de más edad, a quienes menciona Juan como «padres», tienen una obra en concreto que hacer manteniendo en alto los principios.
Ahora bien, pueden sentir la presión de las cargas de la vida, así que conviene que se anime a los jóvenes para que se preparen, mediante la obtención de una experiencia en el conocimiento de Jesucristo, a fin de asumir responsabilidades, de manera que cuando los padres ya no tengan fuerzas, los jóvenes puedan seguir defendiendo con fuerza los principios y valores correctos. […]
Hay muchos jóvenes en la actualidad que escudriñan las Escrituras como en busca de un tesoro escondido, y al encontrar joyas de verdad, han de abrir los tesoros de la Palabra para que otros disfruten de ellos.[…]
«Son fuertes» se refiere a algo más que la fuerza física. Significa que la inteligencia se ha ejercitado en la reflexión, y la mente se ha mantenido clara y fuerte mediante la práctica de estrictos hábitos de temperancia.
Significa que los jóvenes han entrado en el conflicto con fervor y han vencido al enemigo, relacionando la religión de Jesucristo con la vida cotidiana, y llevando a Cristo en sus deberes y alegrías de todos los días. Significa que han llegado «a ser participantes de la naturaleza divina» (2 Pedro. I: 14.
The Youth’s Instructor, 25 de Octubre de 1894, adaptado.
El carácter será probado. Día tras día y año tras año debemos ir venciendo al yo y desarrollando un noble heroísmo.— The Southern Work, 7 de Febrero de 1905.