“Miren las aves que vuelan por el aire.” Mateo 6:26.
(Necesitarás fotos de aves y fotos de peces)
Durante los primeros tres días, Dios creó diferentes lugares para que los animales y las personas vivieran. Esas casitas fueron el cielo, el mar y la tierra. Entonces, en el quinto día, Dios decidió que era momento de llenar esas casitas con sus habitantes.
Él habló y como una chispa, al instante, peces morados, verdes, dorados y de muchos otros colores, comenzaron a nadar (muestre las láminas de los peces).
Aparecieron peces de todo tipo que nadaban en ríos, estanques, lagos y mares. ¡Simplemente porque Dios lo dijo!
Luego se escuchó un susurro… eran las aves, las mariposas y las abejas, que pasaron zumbando en el cielo (muestre las aves). Dios hizo las aves y los peces en el quinto día.
Hizo peces grandes, como los tiburones y las ballenas, y peces pequeñitos, como los ángel y los beta.
¿Sabías que hay muchos peces que nunca nadie ha visto, porque se encuentran en las partes más profundas del mar, adonde el hombre no puede llegar?
¿Qué podemos decir de las aves? También son maravillosas, ¡pueden viajar por dondequiera! Los vestidos tan lindos que tienen son hermosos plumajes de variados colores. Hay aves muy grandes, como las águilas, y aves pequeñitas, como los canarios.
HABLA CON JESÚS:
Gracias, Jesús, por las hermosas aves que vuelan en los cielos, y los bellos peces que nadan en los mares y ríos. Amén.