“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor» (1 Tesalonicenses 4:77).
¿Escuchaste alguna vez hablar de la conferencia de Potsdam? Se trata de una gran reunión llevada a cabo en Potsdam, localidad cercana a Berlín, Alemania, que comenzó el 17 de julio de 1945 y terminó el 2 de agosto de ese año. Hubo participantes de la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, es decir, los aliados que derrotaron a las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial.
Por eso, la conferencia trató acerca de cómo establecer un orden de posguerra y asuntos relacionados con la paz mundial. Más allá de que los problemas entre las naciones continuaron, es bueno saber que hubo un encuentro para la paz.
La Biblia está llena de historias de reencuentros. A continuación, mi «top 3» (juna clasificación totalmente subjetiva y arbitraria!) de los encuentros que más me emocionan.
Puesto 3: Jesús con siete de sus discípulos (Juan 21:1-14). Después de una noche de fracaso en la pesca, los derrotados discípulos regresan a la orilla y… ¡sorpresa! ¡Alguien los espera con el desayuno listo! Enseguida lo reconocen: «¡Es el Maestro!» Es el reencuentro de la victoria y de la superación personal.
Puesto 2: Jacob y Esaú (Gén. 32, 33). Después de una noche de trauma, tensión y angustia, Jacob vuelve a ver la cara de Esaú, el hermano al que había engañado veinte años antes. Los miedos del otrora engañador y la división de sus esposas, hijos y bienes en dos campamentos —para resguardar al menos uno, si uno era atacado— quedaron sin efecto porque Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó y lloró. Es el reencuentro del perdón.
Puesto 1: Jacob y José (Gén. 46:28, 29). Después de trece años, Jacob se reencuentra con su hijo, que creía traumáticamente muerto. (Todo en la vida vuelve: el engañador fue engañado.) Es el reencuentro de la esperanza y la fe.
Hoy puede ser un día histórico. Celebra los reencuentros. Haz tu propio listado de encuentros bíblicos, Y prepárate para el gran encuentro con Jesús, cuando regrese por segunda vez.
¡Oh! la maravillosa condescendencia de Dios! Siempre está listo a salir a nuestro encuentro, aún en medio de nuestras debilidades, para animarnos con su presencia, cuando hemos hecho todo lo que está de nuestra parte para entregarnos Plenamente a él. El cielo está abierto para el hombre» (Elena G. de White, Cada día con Dios, p. 321). PA