“Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones”. Joel 2:28.
Si yo fuera Dios y quisiera dar un mensaje especial a las masas para advertirles de que el fin del mundo se acerca, ¿a quién enviaría como mi mensajero? Probablemente, a alguien que tuviera mucha influencia en la sociedad; tal vez a un predicador de renombre, al propietario de cadenas de radio y televisión, o a un político que pudiera dar una rueda de prensa y sacudir al mundo con su retórica. La verdad, dudo que eligiera a una joven de diecisiete años en un momento en que pocas mujeres tenían educación y ninguna tenía derecho a votar. ¿Cómo iba a confiar en alguien así para que diera un mensaje al mundo? Pues eso es exactamente lo que hizo Dios.
“En aquel tiempo visitaba a una de nuestras hermanas adventistas, y por la mañana nos arrodillamos en círculo para el culto familiar. […] Mientras yo oraba, el poder de Dios descendió sobre mí como nunca antes lo había sentido. Quedé envuelta en una visión de la gloria de Dios y parecía estar elevándome cada vez más lejos de la Tierra”.(Elena de White.Primeros Escritos.) Lo increíble es que esta adolescente, que solo había estudiado hasta tercer grado de la primaria, escribió más de cien mil páginas (unos veinticinco millones de palabras) a lo largo de su vida.
Sus libros y sus escritos han sido traducidos a más de ciento cincuenta idiomas (más aún que las obras de Marx, Tolstoi o Shakespeare). Su liderazgo espiritual ayudó a fundar la Iglesia Adventista y sus sabios consejos impidieron que la Iglesia cometiera graves errores.
Dios desea usar a personas que no parecen posibles candidatas. No creo que él esté pendiente de nuestros currículums ni de ruedas de prensa; Dios busca a personas que estén dispuestas a dejarse utilizar por él.
Muchas veces, Elena de White ha recibido “mala prensa”, bien porque mucha gente ha malinterpretado sus escritos o porque muchos han visto cómo esos escritos eran usados contra ellos; pero lo que está claro es que esta adolescente estaba dispuesta a dejar que Dios guiara su vida. Dios la hizo profetisa, tal como Joel había predicho que sucedería en el tiempo del fin.
Dios todavía quiere utilizar a adolescentes como tú para misiones especiales en todo el mundo. ¿Eres el tipo de persona que él está buscando? Y lo más importante: ¿Estás dispuesto
a dejarte utilizar por él para su gloria?