No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros». Hebreos 10: 25.
¿TE HAS FIJADO que a veces, por el cielo, pasan grandes grupos de aves volando en formación de V? ¿Crees que lo hacen simplemente porque así se ven más lindas? ¿O habrá alguna razón práctica que la sabia naturaleza utiliza para ayudarlas en su vuelo? Los científicos han descubierto la verdadera razón.
En el año 2014, un grupo de investigadores del Reino Unido, Estados Unidos y Australia, publicaron un estudio después de haber analizado las migraciones de ciertas familias de aves grandes (como gansos e ibis).
Durante el estudio grabaron la posición de las aves, su velocidad, su rumbo y su aleteo, y llegaron a varias conclusiones:
La formación en V permite que los largos viajes en busca de calor sean más llevaderos, es decir, menos duros para las aves.
Al volar en V, el ave que va delante va dejando una estela que empuja a los de atrás, con lo cual los ayudan mucho.
La forma de V es muy aerodinámica, lo que permite sobreponerse mejor a la resistencia del viento, y así avanzar más rápido.
¿Te imaginas cuánto más difícil sería para esas aves volar solas tan grandes distancias? Igual de difícil que sería para nosotros ser adventistas en solitario, sin contar con la iglesia, sin que tuviéramos hermanos que comparten nuestra fe. Fíjate lo bueno que es ser miembro de una iglesia:
Cuando tenemos problemas, se hacen más llevaderos, es decir, menos duros, si contamos con el apoyo de nuestros hermanos.
A veces nos falta empuje, nos sentimos desanimados, y necesitamos que alguien nos motive. En la iglesia siempre hay un líder, como tu maestro de Escuela Sabática, o el director de Jóvenes, o el pastor. Ellos te empujan y te animan a llegar más alto. Al servir a Jesús en coordinación con los demás miembros de iglesia, podemos avanzar más rápido y mejor.
Así que, cuando sientas la tentación de volar solo, recuerda todos los beneficios que te estás perdiendo.