Pedro termina su epístola con un tema que la ha impregnado desde el inicio: llevar vidas santas y cuidarse de no ser desviados por “el error de los inicuos” (2 Ped. 3:17).
Lee 2 Pedro 3:14 al 18. ¿A quiénes está apelando Pedro, y de qué está advirtiendo en esta apelación?
Qué interesante resulta que Pedro termine su epístola con una apelación a los escritos de “nuestro amado hermano Pablo” (2 Ped. 3:15). Pablo también escribió de la necesidad de vivir en paz mientras aguardamos la segunda venida de Jesús, y de usar el tiempo para desarrollar vidas santas (ver Rom. 2:4; 12:18; Fil. 2:12).
Nota, también, el modo en que la referencia de Pedro a los escritos de Pablo muestra que lo que escribió Pablo era altamente valorado ya en los inicios de la historia del cristianismo. No se puede determinar si Pedro se está refiriendo a la colección entera de los escritos de Pablo que se encuentra hoy en el Nuevo Testamento, o solamente a un grupo de ellos. Sin embargo, los comentarios de Pedro muestran que las cartas de Pablo eran tenidas en alta estima.
Por último, Pedro comenta que los escritos de Pablo pueden ser malentendidos, al igual que otras partes de las Escrituras. La palabra griega grafa significa, literalmente, “escritos”; pero en este contexto, claramente, significa “escritos sagrados”, tales como los libros de Moisés y los profetas. Aquí hay evidencia muy temprana de que se había atribuido a los escritos de Pablo la misma autoridad que a la Biblia hebrea.
A su vez, considerando lo que leímos antes acerca de falsos maestros que prometen libertad, no es difícil de imaginar a las personas utilizando los escritos de Pablo acerca de la libertad y la gracia para excusar comportamientos pecaminosos.
Pablo enfatizó fuertemente la justificación solamente por la fe (Rom. 3:21, 22), pero nada en sus escritos da a las personas licencia para pecar (ver Rom. 6:1-14). Pablo mismo tuvo que lidiar con este error relacionado con lo que había estado predicando y enseñando sobre la justificación por la fe; y Pedro advierte que aquellos que tuercen sus escritos lo hacen bajo riesgo de “su propia perdición” (2 Ped. 3:16).
¿Qué decisiones puedes tomar ahora mismo que pueden ayudarte a llevar la clase de vida que hemos sido llamados a vivir en Cristo Jesús?