«Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo»» (Isaías 30: 21, NVI).
Durante mi infancia, nuestra familia vivió en una caravana en el aserradero en el que trabajaban mis padres. Ellos se dedicaban a talar árboles con maquinaria pesada en las montañas de Colorado, Estados Unidos. Un día de diciembre, mi padre y mi hermano, de cuatro años, fueron a la ciudad a comprar combustible. Después de haber terminado mis tareas, yo me senté a relajarme y leer Mujercitas hasta que ellos regresaran. Hacia las cuatro, decidí ir a buscar madera. Entonces tuve que tomar una decisión: ¿debía ponerme ropa de invierno para salir tan solo un momento a buscar madera para la estufa de leña? En contra de toda lógica, me tomé el tiempo de ponerme gorro, abrigo, guantes, pantalones de nieve y botas. Traje una carga de leña y regresaba por otra cuando oí a papá llamar a mamá. Giré la cabeza pero no pude ver a ninguno de mis padres.
—¿Qué sucede? —grité.
—La camioneta y el remolque de combustible se salieron de la carretera y están atascados. Necesito que mamá traiga la pala para ayudarme a desatascarlos.
La pala que teníamos era una máquina parecida a una grúa, con tracción en las cuatro ruedas. Corrí hacia adentro para buscar a mamá, pero no estaba. Salí y se lo dije a mi papá; y decidimos que yo fuera a donde mamá estaba trabajando, como a kilómetro y medio de distancia, porque mi papá estaba muy cansado para ir.
Debido a que estaba vestida apropiadamente, tomé un atajo por un lugar que tenía una capa de nieve de más de medio metro. Esto era algo que no me gustaba hacer, pero era esencial ahorrar tiempo debido a que mi papá había dejado a mi hermano en la camioneta. Estaba oscureciendo y las temperaturas en la noche descendían mucho. El haber estado vestida apropiadamente me ayudó. Llegué donde mamás Ella trajo la pala y pudieron recoger a mi hermano antes de que anocheciera.
LO más interesante de esta experiencia fueron los resultados de una pequeña decisión. Es en las pequeñas decisiones donde debemos ser más cuidadosas. Lo que decidimos hoy puede marcar nuestro futuro. Como dice Lucas 16: 10: «El que es fiel en lo muy poco, también lo más es fiel».