“ Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de, viva— y ha cavado para sí cisternas rotas, ique Jamás pueden retener el agua!» (Jeremías 2:13 NTV).
Un día como hoy, se dieron dos grandes hitos que hacen más cómoda nuestra vida moderna. En 1896, Henry Ford conducía por primera vez su primer automóvil Ford. Y en 1907, se presentaba la primera máquina automática de lavado y secado al mismo tiempo. Sí, la vida parece fácil para todos.
La ciencia y la técnica avanzaron. Sin embargo, también nos ha hecho caer en paradojas. Circula por Internet este texto (en diferentes versiones), que nos habla de estas paradojas modernas:
Gastamos más, pero tenemos menos; compramos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas; más comodidades, pero menos tiempo.
Tenemos más diplomas, pero menos sabiduría; más conocimientos, pero menos criterio; más medicina, pero menos salud.
Bebemos mucho, fumamos mucho, gastamos imprudentemente; reímos poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado.
Nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados; leemos poco, vemos demasiada televisión; raramente oramos.
Hemos multiplicado nuestro patrimonio, pero reducido nuestros valores.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el espacio interior.
Estamos saneando el aire, pero contaminando el alma.
Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos más, pero aprendemos menos.
Planificamos más, pero realizamos menos.
Hemos aprendido a agilizarnos, pero no a esperar
Construimos más computadoras para acumular más información, para producir más copias que nunca, pero nos comunicamos cada vez menos.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestiones lentas; de grandes hombres y personalidades pequeñas; de altos dividendos, pero relaciones superficiales. Son tiempos de dos sueldos, pero más divorcios; lujosas casas, pero hogares con grietas…
Sin lugar para Dios, nos perdimos en un sinfín de caminos que llevan a ningún lugar. Por eso, no dediques tus energías a buscar la felicidad donde no está. HOY, busca a Dios, haz de él lo primero y lo mejor en tu vida, y las paradojas desaparecerán. MB