El Señor es fiel, y él los mantendrá a ustedes firmes y los protegerá del mal, 2 Tesalonicenses 3:3.
(Necesitarás el canto «Cristo envía un ángel».)
Un día, Eliel acompañó a sus papás al supermercado. Estacionaron el automóvil y, mientras la mamá bajaba, Eliel corrió para alcanzara su papá, que se había adelantado. En ese momento, el auto de al lado estaba por salir de su lugar de estacionamiento.
Cuando la mamá vio a su hijo correr por detrás del vehículo, imaginó lo peor: que su hijo iba a ser atropellado.
El otro conductor no se dio cuenta de que el niño pasaba justo detrás de su carro pero entonces, sucedió un milagro. ¡En vez de salir en reversa, salió hacia delante, pues tenía espacio suficiente! Esa persona ni siquiera se enteró de lo que sucedía detrás de su auto. Salió del estacionamiento y se fue a su casa.
¿Qué hubiera pasado si esa persona hubiera salido en reversa, como es costumbre? ¿O si el espacio de enfrente lo hubiera ocupado otro auto y no hubiera tenido más opción que salir hacia atrás?
Ese día, Eliel y su familia dieron gracias a Dios porque envió a un ángel que lo libró de ser atropellado.
¿Te ha pasado algo similar? Ahora canta con tus padres,
«Cristo envía un ángel».
Cristo envía un ángel, ángel, ángel.
Cristo envía un ángel, me cuida cuando duermo (cuando corro, cuando juego, cuando como).
HABLA CON JESÚS:
Querido Jesús, gracias porque sin darme cuenta, me libras de muchos peligros. Gracias por los ángeles que me protegen, amén.