«Elías se paró frente a ellos y dilo: ¿Hasta cuándo seguirán indecisos, titubeando entre dos opiniones? SI el Señor es DIOS, ¡síganlo! Pero si Baal es el verdadero Dios, ¡entonces síganlo a él!’ » (l Reyes 18:21, NTV).
Creo que es una de las pocas imágenes que guardo de los medios en la época de mi adolescencia. Allí está él. Solo, indefenso, sin agresiones pero con la convicción de los grandes hombres. Parado frente a esa terrible máquina de guerra. Reclamando por libertad.
El hombre del tanque, también conocido como el «rebelde desconocido», es el apodo atribuido a este hombre anónimo, vuelto internacionalmente famoso al ser grabado y fotografiado de pie frente a una columna de tanques durante la revuelta de la Plaza de Tian’anmen de 1989, en la República Popular China. La imagen fue captada el 5 de junio de 1989 por al menos tres fotógrafos desde los balcones del Hotel Beijing, junto a la plaza de Tian’anmen: los estadounidenses Jeff Widener, de Associated Press, y Charlie Cole, de Newsweek; y el británico Stuart Franklin, de Magnum, para Time.
La fotografía de Widener es una de las más reconocidas. La noche anterior, este fotógrafo había sido asaltado y agredido por la policía china, que requisó el material captado de la represión estudiantil. Así que, al poco de tomar aquella fotografía, escondió el rollo en la cisterna del inodoro y, pese al allanamiento que luego hicieron de su habitación, logró conservar la fotografía y enviarla a su redacción.
Esa reveladora imagen se transmitió esa misma noche. Fue titular en cientos de periódicos y revistas, y fue titular principal en muchos noticieros mundiales. En abril de 1998, la revista Time incluyó al «Rebelde Desconocido’/ en su lista de las cien personas más influyentes del siglo XX.
Hay momentos en que, por conciencia, debemos mantenernos de pie contra la marea, aun cuando tengamos enfrente una «columna de tanques». Cuando nadie se atrevía a enfrentar a la malvada reina Jezabel y la nación cayó en manos paganas, Elías, de pie frente a cientos de sacerdotes de Baal, se mantuvo valiente mente de parte de Dios y, finalmente, Dios se manifestó.
O Juan el Bautista. La corrupción en Israel era rampante; hacía siglos que Dios guardaba silencio porque no querían escuchan Profetas y enviados de Dios eran ignorados, o muertos, por animarse a denunciar el pecado. Pero, Juan hablaba claro, aun encarando al poderoso Herodes. Y aunque finalmente sufrió el martirio, cumplió con su misión profética.
Dios te llama a ponerte de su parte en este tiempo final, sin -importar quién tengas enfrente. ¿Te atreverás a ser fiel contra viento y marea? MB