«Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo». Gálatas 6: 2.
Una amiga me contó lo que le sucedió cierta vez a su hermana. Estaban en su finca una niña de ocho años y su mamá, y tenían que ir a buscar leña. A la niña se le ocurrió regresar con la leña en caballo, porque el terreno tenía cuestas y ella estaba cansada. Así que, se subió al caballo, pero al pasar por debajo de un árbol, lo picaron las avispas y salió disparado. La niña se puso a gritar desesperadamente, por lo que la mamá salió corriendo detrás del animal, tratando de sostenerlo.
El caballo relinchaba y no paraba de dar saltos, por el dolor inmenso que sentía.
La niña, asustada, se asió con todas sus fuerzas del caballo, porque le daba miedo caerse de él. Pero entonces, su valiente mamá logró alcanzar al caballo y desmontar de él a su hijita. Luego, el caballo pudo acostarse en el pasto a descansar. La leña había quedado esparcida por todo el camino; pero eso no tenía ninguna importancia, en comparación con lo que podía haber pasado.
Gracias a la mami de esta chica, se evitó un accidente aún mayor. Eso sí que es compartir las cargas. Jesús nos enseñó una parábola un poco rara, pero que tiene que ver con este asunto.
Un hombre rico tenía un administrador, pero la gente decía que derrochaba el dinero, entonces el rico lo mandó a llamar y le dijo: «¿Qué es lo que me dicen de ti? Dame un informe de lo que gastas, porque te voy a quitar el puesto”. El administrador pensó: ¿Qué voy a hacer ahora? No tengo fuerzas para cavar, me da vergüenza pedir limosna.
Tengo que asegurarme de que cuando me echen del trabajo haya gente que me reciba. ¡Ya sé qué voy a hacer! Llamó a cada uno de los que le debían algo a su patrón y les redujo considerablemente la deuda. De ese modo, todos estarían contentos con él porque les había quitado la carga, y sería más fácil que le dieran trabajo después (Luc. 16:1-8).
Todo el mundo se siente muy agradecido y en deuda, cuando alguien lo ayuda a llevar su carga. ¿Y tú? ¿Cómo ayudas a otros a llevar sus cargas? Cuando ayudas a los demás, tú eres el primero que sale bendecido.