Luego de darnos la lista de lo que deberían buscar diligentemente los cristianos, Pedro declara cuál será el resultado.
Lee 2 Pedro 1:8 al 11. ¿Cuál es el nexo entre lo que ya ha sido hecho por un cristiano y cómo debería estar viviendo un cristiano?
Pedro insta a sus lectores a vivir según la nueva realidad que es verdadera para ellos en Jesús. Las características de la fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal y el amor “están en vosotros y abundan” (2 Ped. 1:8).
El problema es que no todos los cristianos viven según esta nueva realidad. Algunos son ociosos o sin fruto en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (2 Ped. 1:8). Esas personas han olvidado que fueron purificados de “sus antiguos pecados” (2 Ped. 1:9). Entonces, dice Pedro, los cristianos deberían manifestar en su vida la nueva realidad que es real para ellos en Jesús. En Cristo, han recibido perdón, purificación y el derecho de participar de la naturaleza divina. Por lo tanto, deben procurar “hacer firme vuestra vocación y elección” (2 Ped. 1:10). No hay excusa para vivir como lo hacían antes, no hay excusa para ser cristianos “ociosos” o “sin fruto”.
“Oímos hablar mucho acerca de la fe, pero necesitamos oír mucho más acerca de las obras. Muchos están engañando a sus propias almas al vivir una religión cómoda, complaciente, sin cruz” (FO 50).
Lee Romanos 6:11. ¿Qué dice Pablo aquí que refleja lo que Pedro escribió en los textos para hoy?
En un sentido, tanto Pedro como Pablo dicen: “Debes ser quien eres”. Y somos nuevas criaturas en Cristo, purificados de pecado y participantes de la naturaleza divina. Por eso, podemos vivir la clase de vida a la que somos llamados. Se supone que debemos ser “como Cristo”, que es lo que significa ser “cristiano”.
¿Cuán “como Cristo” eres? ¿En qué áreas puedes mejorar?