«Al sanar al hombre que tenía una mano seca, Jesús condenó la costumbre de los judíos, y dejó al cuarto mandamiento tal cual Dios lo había dado. “Lícito es en los sábados hacer bien”, declaró. Poniendo a un lado las restricciones sin sentido de los judíos, honró el sábado, mientras que los que se quejaban contra él deshonraban el día santo de Dios» (El Deseado de todas las gentes, cap. 29, pp. 258, 259).
Lee la cita de El Deseado de todas las gentes de la sección; Más luz, y considera cómo sería «honrar» haciendo simplemente el bien en sábado. Durante toda la vida de Cristo registrada en las Escrituras, vemos que los líderes religiosos se preocupan solo por «lo que no se debe hacer», privándose así de poder experimentar el poder de Dios en sus vidas. Si
bien algunos se concentraban en lo que no debían hacer, Jesús nunca se desvió de lo que debía hacerse.
Cambiar nuestro enfoque de lo que no debemos hacer a lo que debemos hacer, ¿de qué manera podría alterar nuestra perspectiva del tipo de actividades en las que podemos participar?