EL APRESTO DEL EVANGELIO.
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Y calzados los pies con el apresto del Evangelio de paz. (Efe. 6:15)
El Señor vendrá pronto. Hablad de ese acontecimiento, orad para que ocurra, creed en él. Convertidlo en parte de vuestra vida. Tendréis que luchar contra el espíritu de dudas y objeciones, pero éste cederá ante la firme y consecuente confianza en Dios. Cuando se presenten problemas y dificultades, elevad vuestra alma a Dios en himnos de acción de gracias. Ceñíos la armadura cristiana, y aseguraos de que estáis calzados con «el apresto del Evangelio de paz.» (7T:237)
Vivimos en medio de una «epidemia de crímenes,» frente a la cual los pensadores y los temerosos de Dios por todas partes se sienten horrorizados. Describir la corrupción que prevalece está fuera del poder de la pluma humana. Cada día trae consigo nuevas revelaciones de intrigas políticas, de cohechos, y de fraudes. Cada día trae consigo su porción de aflicciones para el corazón en asunto de violencias, anarquías, indiferencia para con los padecimientos humanos, brutalidades, y alevosas muertes. Cada día confirma aumento de la locura, los asesinatos y los suicidios ¿Quién puede dudar de que los agentes de Satanás están trabajando entre los hombres con creciente actividad, para perturbar y corromper la mente, manchar y destruir el cuerpo?… En todas partes hay corazones que claman por algo que no tienen. Suspiran por fuerza que les dé dominio sobre el pecado, una fuerza que los libre de la esclavitud del mal, una fuerza que les dé salud, vida y paz. Muchos que en otro tiempo conocieron el poder de la Palabra de Dios, han vivido en lugares donde no se conoce a Dios, y desean con ansia la presencia divina. El mundo necesita hoy día, lo que necesitaba diez y nueve siglos atrás, esto es, una revelación de Cristo. (MC:132-133) Para el pecado y la miseria de la tierra el Evangelio es el único antídoto. (MC:131) (323)
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Devocional Vespertino
“Mi Vida, Hoy”
Octubre: Una Vida Reverente.
Por: Elena G. de White
