[soundcloud id=’290281774′ color=’#f562fe’]

«Murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos» (Heb. 11:13)

LA LISTA DE los héroes de la fe de Hebreos 11 menciona a varias mujeres. ¿Qué podemos aprender de ellas, nosotras que vivimos en estos tiempos tan distintos? ¿O quizá son parecidos nuestros dilemas y pruebas de fe?

Sara (Heb. 11:11). Sin duda hace falta mucha fe para creer que, a los noventa años (ver Gén. 17:17), y tras haber sido estéril toda la vida, una puede concebir y dar a luz un hijo. La vejez en general no es fácil; y en algunos casos particulares que vienen acompañados de achaques, viudedad o dificultades económicas, es más duro todavía. ¿Qué retos enfrentas, tú que te encuentras en la tercera edad? Las promesas que Dios te ha hecho se cumplirán, si crees.

Jocabed (Heb. 11:23). Esta valiente mujer se atrevió a desobedecer las leyes del estado (ver Éxo.

1:22) cuando chocaron frontalmente contra los propósitos de Dios. La madre de Moisés nos enseña que el Señor está por encima de todo y de todos.

Y cuando de valor se trata para ponerse del lado de la verdad y la justicia, Dios nos da todo el que necesitamos para enfrentamos incluso, si fuera necesario, a presidentes o a autoridades más inmediatas. Hacer lo correcto en contra de la mayoría, de la cultura, de las normas del país, y además perteneciendo a una clase social inferior, requiere una enorme confianza en un poder superior. ¿Tienes dilemas de conciencia sobre a quién obedecer? Primero a Dios (con su ayuda).

Rahab, ¡una prostituta! Esta mujer tremendamente pecadora, que además no era de Israel, no se quedó atada a un pasado oscuro. Cuando la misericordia de Dios la alcanzó, supo que podía empezar de nuevo y ser un instrumento en las manos del Señor. ¿Conservas recuerdos del pasado que te hacen sentir indigna? El Señor dice: “Vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana” (Isa. 1:18).

“Mujeres que recibieron otra vez con vida a sus familiares muertos» (Heb. 11:35). Mujeres que han pasado por el duro trance de ver morir a un hijo o a un esposo, tal vez como tú. ¿Crees tú también en la resurrección? Si es así, espera confiadamente.

Tener fe es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. El apóstol Pablo

#MatinalDeDamas
#RadioJovenAdventista
#MeditacionesDiarias

Tomado de: Lecturas devocional es para Damas 2016
“Ante Todo Ser Cristiana”
Por: Mónica Díaz