¿Por qué estás aquí? ¿Por qué crees que Dios te hizo y te puso donde estás en este momento tan especial de la historia? ¿De qué manera podría la acción de compartir el evangelio con otros contribuir a que tengas un encuentro contigo mismo y con el propósito de tu vida?
¿Recuerdas el himno 441 del Himnario Adventista?
Cántalo con un amigo:
Oigo del Señor la voz llamando
¿Quién irá este día a trabajar?
¿Quién me traerá a los perdidos?
¿Quién la senda angosta mostrará?
Coro:
Habla, oh Dios, háblame;
habla , y pronto te contestaré;
habla, oh Dios, háblame;
Habla, y yo respondo: Heme aquí.
Cuando el mismo Dios tocó al profeta,
dándole un nuevo corazón, y este oyó la
voz que le llamaba, heme aquí,
él pronto contestó.