Los esfuerzos de Ezequías reavivaron la vida espiritual de Judá en un momento cuando la nación había estado dormida durante años. Dios llama a hombres y mujeres, jóvenes y adultos, en cada época para que se vuelvan a conectar con él y hacer que otros se emocionen por seguirle otra vez. Lee Joel 2: 28, 29, probablemente escrito durante el mismo período de la historia judía. Este pasaje se cita en Hechos 2 para mostrar que el derramamiento del Espíritu Santo en el día de pentecostés cumplió la profecía de Joel. Pero eso no significa que la profecía se haya terminado. A medida que nos acercamos al final de la historia de este mundo, Dios vuelve a prometer el derramamiento de su Espíritu Santo sobre los jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, cualquiera que esté dispuesto a comprometer su vida con él y tomar en serio el despertar en su iglesia y en el mundo que lo rodea.