«Y cualquiera que le da si quiera un vaso de agua fresca a de estos pequeños por ser seguidor mio, les aseguro que tendrá su premio». Mateo 10: 42
¡Qué limpia se ve esta agua! Podemos usarla para calmar la sed, regar las plantas o preparar ricos alimentos. Sin ella no podemos vivir, por eso debemos cuidarla.
Jesús estuvo en el desierto, allí no hay agua, así que anduvo cansado y sediento. Sí, amiguito, el Dios que creó los mares y los ríos tuvo sed. ¿Sabes cómo se ven las personas cuando están sedientas? lmítalas a ver. ¡Muy bien!
Una mujer fue a buscar agua cerca de donde Jesús estaba sentado y él le pidió agua. ¿Alguien te ha pedido agua alguna vez? El versículo de hoy dice que si les das agua a aquellos que la necesitan, Dios te dará una recompensa,
La próxima vez que veas a alguna persona que necesite agua, díselo a mami, y con su ayuda regálale a esa persona un vaso de agua. También puedes echarles agua a las plantas o los animalitos cuando sea necesario.
Oración: Padre querido. Ayúdame a compartir el agua.