Elena G. de White señala que esta lección es para los hijos de Dios de todas las épocas: «Cuando el Señor da a los hombres una obra que hacer, ellos no deben detenerse a preguntar si la orden es razonable ni cuál será el resultado probable de sus esfuerzos por obedecer».
¿Cuál es el límite entre una fe absoluta en Dios («Creo verdaderamente que Dios me sostendrá si dono mi sueldo entero a un orfelinato») y la insensatez temeraria («Creo que Dios me protegerá si me lanzo desde el último piso de un rascacielos»)?
En tu opinión, ¿qué significa el consejo de Elena G. de White de que «no deben detenerse a preguntar si la orden es razonable»? ¿Fue «razonable» la orden que Dios le dio a Abraham de sacrificar a su hijo Isaac? Explica tu respuesta.
_________________________________________