¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad? El limpio de manos, y puro de corazón: el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño. (Salmo 24:3-4)
Las salvaguardias de nuestra pureza serán la vigilancia y la oración. (RH, 22-02-
1906)
Vivimos en una época de embrujo satánico. El enemigo tejerá el hechizo de la lujuria
en torno de cada alma que no esté fortificada con la gracia de Cristo. Llegarán las
tentaciones; pero si velamos para otear al enemigo y mantenemos el equilibrio del dominio
propio y la pureza, los espíritus seductores no podrán influir sobre nosotros. Los que no
hacen nada por atraer la tentación tendrán fuerza para resistirla cuando llegue. (CPT:257)
Si [los jóvenes] no se lanzan voluntariamente en el peligro, ni se colocan
innecesariamente en el camino de la tentación, si evitan las malas influencias y las
compañías perjudiciales, tendrán fuerza de carácter para mantenerse del lado de lo recto y
sostener los principios, y avanzarán sostenidos por la fuerza de Dios, sin mancha en su vida
moral. Si los jóvenes que han recibido una educación adecuada confían en Dios, verán que
sus facultades morales soportarán la prueba más acerba. (CPT:85)
Los escogidos de Dios deben permanecer inmaculados en medio de las corrupciones
que proliferan a su alrededor en estos último tiempos…El Espíritu de Dios debería dominar
en forma absoluta, e influir en cada acción. (CH:20)
Los que entran en la vida activa con principios firmes estarán preparados para
permanecer inmaculados en medio de la depravación moral de esta época corrupta.
(CTBH:75)
«¿Quién podrá sufrir el tiempo de su venida?» Solamente los que tengan manos
limpias y corazón puro soportarán el día de su venida…»Si esperas ser elevado a gozar
finalmente de la sociedad de los ángeles sin pecado, y vivir en un ambiente donde no existe
la mínima mancha de pecado, busca la pureza, pues ninguna otra cosa fuera de eso podrá
soportar la escrutadora prueba del día de Dios ni será admitida en el cielo de la pureza y la
santidad. (CTBH:130-131)