Son de mi corazón
Rebosa mi corazón palabra buena; dirijo al rey mi canto; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. Eres el más hermoso de los hitos de los hombres. Salmo 45:1, 2
Mi amado Jesús: Amo el sentimiento que pones en mí.
Amo amarte, porque tú me amaste primero.
Amo la capacidad con la que llenas mi interior de ti, de tus aires, de tu latir. Amo cómo me detienes cuando elijo un camino equivocado, sin que yo sepa que me estás guiando. ¡Me llevas de la mano con tanta dulzura que termino queriendo complacerte!
Amo las preguntas que nacen en la conciencia, porque estás aquí, compartiendo los días, las horas. Amo las verdades que noto tan solo con hablarte, con callar, con mirar. Amo la sencillez de tus palabras que cavan hondo y me hacen reflexionar, desnudándome cuando menos quiero. Muestras ternura en todo lo que haces, y vivo necesitándote, aunque no lo sepa.
Amo los sonidos que enmudecen mis palabras, mis pensamientos, mi todo… Te contemple y termino amándote. No es necesario que digas mucho. ¡Lo poco que dices, lo dices tan bien! ¿Será porque nadie ha sabido aceptarme tan sencillamente como lo haces tú? Sí, eso es precisamente lo que noto. Hasta al reprenderme tienes cuidado. ¡No puedo expresar cuánto gozo hay en tu compañía! Quédate, quédate siempre a mi lado, y enséñame a ver con tus bellos ojos.
Insto a cada persona a que busque más de cerca a Jesús. Háblale de tus alegrías y de tu dolor; cuéntale lo que anhelas y pídele instrucción. Porque no hay bajo este cielo nadie que desee tu bien como nuestro Señor Cristo Jesús. Canta, ríe, llora y alaba junto a él. Él siempre está buscando la oportunidad de estar más cerca; y si se lo permites, unirá su corazón al tuyo para sanar, para fortalecer, bendecir y prosperarte en todos tus caminos. Confíale tu corazón a quien nunca te defraudará.
Abby Alers.
Tomado de: Lecturas devocionales para Damas 2015
“Jardines del alma”
Por: Diane de Aguirre
