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Lee el pasaje de la sección Más Luz de esta semana.
MÁS LUZ:
«David parecía privado de todo apoyo humano. Había perdido todo lo que apreciaba en la tierra. Saúl lo había expulsado de su país; los filisteos lo habían echado de su campamento; los amalecitas habían saqueado su ciudad; sus esposas e hijos habían sido hechos prisioneros; y sus propios amigos y familiares se habían unido contra él y hasta lo amenazaban con la muerte. En esta hora de suma gravedad, David, en lugar de permitir que su mente se espaciara en esas circunstancias dolorosas, imploró vehementemente la ayuda de Dios. “Se esforzó en Jehová su Dios” » (Patriarcas y profetas, cap. 68, pp. 681, 682).
Elena G. de White escribe sobre uno de los momentos más bajos en la vida de David. Por grande que haya sido David, no era perfecto.
Al momento de huir de Saúl, David hizo un pacto con Aquis, un comandante filisteo y se ocultó entre su pueblo (1 Samuel 27: 1-4).
¿Cómo se deshizo esta alianza? Lee 1 Samuel 29: 1-7.
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¿Por qué colocó David su seguridad y la de su gente en manos de un enemigo?
¿Qué nos dice esto acerca de su confianza en la protección de Dios?
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Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
4to. Trimestre 2015 «Biblia y Realidad»
Lecc. 9 – Un Final Triste