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Piensa en Eliab, Abinadab y Sama. Posiblemente, ni siquiera sabes quiénes fueron, ¿verdad?
Fueron los tres hermanos de David que desfilaron frente a Samuel con la esperanza de ser ungidos como rey.
Estos fueron los mismos hermanos que estuvieron en el ejército del rey y escucharon las burlas de Goliat durante cuarenta días, mientras temblaban de miedo.
Siendo que permitieron que sus temores los paralizaran, y ni uno de ellos tenía la clase de corazón que tenía David, han sido olvidados mientras el legado de David sigue vivo.
Así pues, ¿qué riesgo te pide Dios que corras?
¿Cómo podrías deshacerte de tus temores y dar un paso de fe para ser como David y hacer algo grandioso para Dios?
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Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
4to. Trimestre 2015 «Biblia y Realidad»
Lecc. 7 – Fe Gigante
