Matinal Para Colportores Para el: 06 noviembre
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Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Isaías 26: 12.
Un sábado, en el pueblo de Pomlynov, una mujer se me acercó luego del servicio de adoración y me dijo que había tenido un sueño perturbador. En su sueño había visto a un hombre llamado Michael que trabajaba en el bosque y se había lastimado la pierna gravemente con un hacha.
Lo más interesante era que la semana anterior al sueño, la mujer había conocido a la suegra de Michael, Mary, mientras viajaba en colectivo. Ella sabía que Mary y su familia vivían en el pueblo de Prystan. Como vivía cerca de ese pueblo, me preguntó si podía visitar a Michael para ver si todo estaba bien.
Al día siguiente vendí libros en mi ciudad natal de Volytsa por la mañana, y planeé viajar a Prystan por la tarde. Luego de visitar la última casa del día, me dirigí a la parada de colectivos, pero el que iba hacia Prystan ya se había ido.
A la mañana siguiente conocí a un hombre que vivía en Prystan, y quería comprar El Deseado de todas las gentes. Me prometió pagarme si iba con él a Prystan. Le pregunté sí conocía a Michael y Mary y si me podía mostrar cómo llegar a su casa; y el respondió afirmativamente. AI llegar a Prystan, visitamos a varios de sus vecinos primero, quienes, gracias a su consejo, me compraron libros.
Después el hombre me explicó cómo llegar a la casa de Michael. Al acercarme a la vivienda me di cuenta de que Dios me había enviado. AI entrar en el patio, vi a la esposa de Michael, quien parecía preocupada. Luego vi a Michael enyesado en una cama. Todo estaba claro para mí. El sueño dela hermana de Pomlynov venía de Dios, y él me había enviado. Cuando le conté a Michael y su familia acerca del sueño y cómo había llegado a visitarlos, ellos quedaron asombrados.
Compraron El conflicto de los siglos, El Deseado de todas las gentes y otros libros. Me invitaron a quedarme para cenar, y oramos juntos. Me fui con la seguridad de que Dios los guiaría.
Esta experiencia me confirmó que Dios quiere que siga trabajando para el en el ministerio de las publicaciones. Tengo paz y seguridad gracias a la guía de Dios en mi trabajo como colportor.
Vladimir Gniluk, Ucrania
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
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