Dios Cambió mi Aspecto
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¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación? Hebreos 1:14, NVI.
En la década de los 70 nuestro grupo de colportores tuvo la bendición de contar con los devocionales matutinos y vespertinas de nuestro líder. Una mañana nos contó la experiencia de uno de sus colportores. El joven había tomado el pedido de una mujer acaudalada en la provincia de Negros Occidental.
Cuando el colportor fue a entregar los libros una semana después, la clienta se negó a pagarle diciendo: —“Usted no es el hombre al que le encargué los libros; ese hombre era alto y hermoso”. Afortunadamente, uno de los empleados de la mujer reconoció al colportor. y le dijo:
—Señora, éste es el hombre. Usted hizo un pedido, le dio un adelanto y él oró por usted.
— ¿En serio? -preguntó ella, muy sorprendida.
Luego de que su empleado la convenciera, pagó por los libros. Escuché la historia esa mañana, y pensé: «¡Increíble! Seguramente Dios cambió su aspecto. ¡Me gustaría tener una experiencia así!»
Un mes después, me asignaron otro territorio, esta vez como líder de un grupo. Una noche oramos por las personas a las que visitaríamos al día siguiente. Temprano, cuando comenzaba a brillar el día, salimos a trabajar. Esa jornada tomamos una buena cantidad de pedidos y adelantos.
Más tarde fuimos a entregar los libros, y recibí una gran sorpresa cuando una clienta me dijo: «¡Usted no es el hombre al que le encargue los libros!» Le pedí que buscara su recibo para compararlo con mi copia. Cuando se convenció de que yo era la persona, pagó y recibió los libros. Luego me dijo: «El hombre que recuerdo era alto y hermoso, ¡y fue por eso que compré los libros!» Yo sonreí amablemente. Esas palabras me sonaron conocidas… y le dije: «Señora, no se preocupe cuando Jesús vuelva por segunda vez, ambos conoceremos al ángel que le vendió los libros” Oramos juntos y luego de saludarnos, me fui.
Dios debe de haber cambiado o mejorado mi aspecto para que ese día ella hiciera el pedido. El Señor sabe cómo hacer cosas especiales por aquellos que lo sirven en el ministerio de las publicaciones. ¡Estoy seguro de eso!
Willy R. Tacapan. Filipinas
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
