Matinal Para Menores 2015 Para el: 04 noviembre
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Experimenta: ¿A quién le lavarías los pies?¿Hay alguna persona que, según tu opinión, no merece que se los laves?
Jesús entró a la sala principal de la casa. Sus amigos habían aceptado la invitación a cenar. Todos encontraron lugares cómodos para sentarse y esperar a que algún sirviente contratado les lavara los pies sucios y cansados, como se acostumbraba en ese tiempo, antes de cenar.
Se miraron unos a otros. Todo indicaba que esa noche no habría sirviente que les lavara los pies. De repente Jesús se puso de pie, vertió agua en un recipiente, tomó una toalla limpia, se la ciñó en la cintura y, agachándose a los pies de sus amigos, comenzó a lavarlos y secarlos. Pedro protestó inmediatamente. No permitiría que Jesús, su Maestro, le lavara los pies. No dejaría que Jesús fuera su sirviente.
Jesús le dijo que aunque no entendiera por qué le iba a lavar los pies, se lo permitiera; Pedro accedió. Los pies de todos quedaron limpios. Hasta los de Judas, que más tarde entregaría a Jesús para que lo crucificaran. Él pudo decir: «¡No lavaré los pies de Judas!
Ni siquiera lo tocaré. Su corazón es sucio y áspero, y está a punto de traicionarme. ¡No quiero verlo siquiera! ¡Además, siempre le he caído mal!»
Pero Jesús lavó los pies de Judas con humildad, a pesar de todo. ¿Imaginas lo que Judas pensó? Debió sentirse miserable y arrepentido de lo que había planeado.
Algún amigo o amiga que se ha portado mal contigo puede ser la persona con quien debes mostrar humildad. No será fácil, pero resultará mucho más difícil para quien te ha hecho daño, ver tu comportamiento. Sigue el ejemplo de Jesús.
“Echó agua en una palangana y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura» (Juan 13:5).
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2015
“Ciencia Divertida”
Por: Yaqueline Tello Ayala
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