Ya no Desconocidos
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Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y como perseveran, producen una buena cosecha. Lucas 8: 15, NVI.
Un colportor nunca sabe dónde encontrará una persona abierta a aprender más acerca de Dios, una persona que sea la «buena tierra” de la que habla el texto bíblico de hoy. Es por eso que buscamos cada oportunidad para conocer personas y establecer amistades.
Asistí a un encuentro en el hotel Hosanna, y cuando terminó decidí acercarme a los trabajadores de la recepción y compartir mis libros con ellos, Pude conocer a cinco de ellos, una de los cuales fue la Sra. Maynard, una mujer muy dulce y amable. Ella compro la Enciclopedia de los alimentos y su poder y decidió pagarla en algunas cuotas. Este es un método muy bueno que me permite ver a mis clientes en varios encuentros y conocerlos mejor. También suele producir más ventas. La Sra. Maynard y yo somos amigas, y es una buena clienta.
Desafortunadamente, la Sra. Maynard se enfermó gravemente y tuvo que pasar por una cirugía. Un día antes del procedimiento, vino a la sede de la Iglesia Adventista y conoció al director general y al asociado de Publicaciones. Ambos oraron por ella y por su familia. Alabado sea Dios, la cirugía fue un éxito. Seguí orando por ella y visitándola. Con el paso del tiempo, comenzó a contarme cómo Dios estaba trabajando en su vida.
Poco después, su familia asistió a una campaña que mi esposo, que es pastor, había planeado para su distrito. Uno de los oficiales de la iglesia local era el orador. Los miembros de la familia Maynard se conmovieron con los mensajes, pero todavía no estaban listos para tomar una decisión.
Más adelante asistieron a otra campaña que mi esposo dirigió, Luego de las reuniones, mostraron interés en aceptar las verdades bíblicas, pero todavía tenían algunas preguntas. Nos reunimos en su casa y hablamos de cada una de sus dudas, hasta que estuvieron satisfechos. Entonces, decidieron entregarle sus vidas a Dios, y tanto la Sra. Maynard como su esposo fueron bautizados. Poco después, también se bautizó su hijo.
Dios continúa trabajando de maneras increíbles. Ser parte del ministerio de las publicaciones es especialmente hermoso cuando encontrarnos «buena tierra», y desconocidos se convierten en hermanas y hermanos en Cristo.
Alhea Philbert, Trinidad y Tobago
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
