Matinal Para Colportores Para el: 18 octubre
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Efesios 6: 12, NVI.
Fui a Grande Plaine para servir en una campaña evangelística de tres semanas en marzo de 2011. Iba a trabajar como colportor durante el día y predicar cada noche. Me di cuenta de que en este lugar era muy difícil trabajar con campañas evangelísticas. Evangelistas anteriores habían tratado, sin éxito, luchar contra el enemigo y enfrentar todo tipo de peligros. Generalmente se llevaban a cabo las reuniones bajo una lluvia permanente de piedras.
Me negué a permitir que esta información me intimidara. En lugar de eso, comencé a orar y a trabajar duro. Las personas del lugar estaban sorprendidas de que durante la primera semana de la campaña no tuvimos el típico problema de piedras. Sin embargo, las cosas cambiaron al comienzo de la segunda semana. El enemigo usó otras estrategias para interrumpir las reuniones e intimidar a las visitas que habían venido en grandes grupos. Brujos y sacerdotes del ocultismo se mantenían ocupados alrededor de la iglesia mientras predicábamos; había símbolos ocultistas por todos lados para asustar a la gente. Sin embargo, el Señor cumplió su promesa. Las visitas no dejaron de asistir y al final de la campaña muchos tomaron la decisión de seguir a Jesús. Doce personas fueron bautizadas en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Toda la gloria es para Dios, quien aseguró esa victoria bajo circunstancias muy difíciles. Los colportores de Haití del norte no solo golpean puertas para vender libros. También damos estudios bíblicos cuando podemos, y predicamos para campañas evangelísticas laicas con la colaboración de los miembros de iglesia.
A menudo recordarnos estas palabras de la pluma inspirada que describen la fórmula del éxito: «El secreto del éxito estriba en la unión del poder divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el Brazo todopoderoso» (Patriarcas y profetas, p. 543, 544).
Le agradezco a Dios por su protección, por el espíritu misionero que acelera y fortalece nuestra voluntad, y por la presencia permanente del Espíritu Santo que acompaña nuestros esfuerzos para alcanzar a la gente.
Joel Sylvort. Haiti
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
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