Matinal Para Colportores Para el: 11 septiembre
[soundcloud id=’223327164′]
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mateo 28: 19, NVI.
Viví y colporté en la ciudad de Porto Nacional durante seis meses, pero sentía la necesidad de evangelizar Silvanópolis, una ciudad de 6.000 habitantes sin presencia adventista, en el estado de Tocantins. Motivados por el deseo de salvar a otros, mi esposa, mi hija y yo nos mudamos a Silvanopolis, donde alquilamos una casa en la que vivimos durante siete meses mientras yo trabajaba como colportor.
Desafortunadamente, el primer desafío fue mi salud. A menudo tuve que quedarme en casa mientras mi esposa salía a trabajar. Muchas veces pensé en darme por vencido y volver a casa, pero mi esposa me animaba a continuar. Con la ayuda de Dios, encontramos la fuerza para cumplir lo que creíamos que Dios quería que hiciéramos: visitamos cada hogar, uno por uno. Si un día nadie nos atendía en una casa, nos asegurábamos de volver al día siguiente.
Una joven llamada Luzineide me había visto pasar frente a su casa varias veces. Cuando fui a visitarla, me dijo que cada vez que me veía pasar. veía a alguien conmigo, vestido de blanco. Cuando volví a su casa para entregarle los libros, me pidió si podía hablar conmigo, porque sentía que podía confiar en mí.
Sus padres se habían divorciado recientemente, y ella había considerado la posibilidad de convertirse en prostituta, pero finalmente se dio cuenta de que eso no resolvería sus problemas. Le pidió a Dios: «Si es que existes, envía a alguien a mi familia». Y yo estaba allí. Ella me veía como un mensajero de Dios.
Comencé a darle estudios bíblicos a Luzineide. Ella aceptó todo lo que aprendió, y fue bautizada en enero de 2011. Al poco tiempo se convirtió en colportora. “Aprendí a tener fe de nuevo” —dijo ella—. Quiero hacer lo mismo que junior: ganar almas para Dios».
Un año después, trece personas fueron bautizadas en la Iglesia Adventista, formando así el primer grupo de Silvanópolis. Todo esto fue posible gracias a que Dios puso en el corazón de mi esposa y mío la necesidad de ganar almas mediante el ministerio de las publicaciones.
AI salir hoy a trabajar, sal con ese mismo deseo en tu corazón: la necesidad de anunciar a otros las buenas nuevas de salvación.
Junior Gama, Brasil
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
Mar 16, 2025 0
Mar 16, 2025 0
Mar 16, 2025 0
Mar 16, 2025 0
Dic 30, 2015 0
Dic 29, 2015 0
Dic 28, 2015 0
Dic 27, 2015 0