[soundcloud id=’223016905′]
El ángel del Señor acampa en torno a los que lo temen; torno a los que lo temen; a su lado esta para librarlos. Salmos 34:7, NVI.
Era medianoche, y yo estaba sola en una estación de servicio sin la dirección de la familia con la cual me hospedaría. Tenía miedo pero ore pidiendo protección. De repente, sentí que debía Caminar por la calle que estaba frente a la estación deservicio. No tenía idea dónde estaba Yendo. Pero comencé a caminar. Inmediatamente vi a un hombre caminando un poco más adelante con un bebé en los brazos y un niño pequeño a su lado. Decidí acercarme. “No puede lastimarme; tiene a dos niños pequeños con él —pensé. Cuando lo alcancé, le pregunté: «Señor estoy perdida ¿Puede ayudarme? ¿Por casualidad conoce a alguien en esta ciudad que venda libros Cristianos?» El hombre Parecía Confundido, Y me respondió: «Es interesante; hoy me mudé a un nuevo departamento y conocí a un hombre que me mostro algunos libros para niños. ¿Le interesa ver si esta es la persona que está buscando: vive en el tercer piso de mi edificio».
Seguí al hombre hasta su edificio, y él me mostró el departamento. Dudé un momento, y golpeé la puerta. ¡Que hermosa sorpresa fue descubrir que ése era el departamento del colportor y su familia! Con lágrimas en los ojos nos arrodillamos y le agradecimos a Dios por su guía y protección. Nos animó mucho a todos el haber experimentado el cumplimiento de otra de las grandes promesas de Dios: «El ángel del Señor acampa en torno a los que lo temen; a su lado está para librarlos».
¡Dios es asombroso! Él arregló que un hombre se mudara y conociera a su nuevo vecino (justo la persona que yo necesitaba), el mismo día en que yo llegue a la ciudad, perdida. Y luego envió al hombre a caminar con sus dos hijos a la noche para que podamos conocernos y me pudiese guiar a mi destino. ¡Dios es realmente asombroso! Esto me recuerda el texto bíblico que asegura: «Antes que clamen, yo responderé; mientras aún estén hablando, yo habré oído» (Isa 65:24. Precisamente esto fue lo que sucedió esa oscura noche en Ipiales. A menudo me he preguntado si ese hombre era un ángel. ¿Qué piensas?
Zoraida Powell, Islas Caimán
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao