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Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar. Juan 9:4, NVI.
Nací en la zona noreste de Tanzania en 1970. Aunque nací con un defecto. En la vista, pude cursar mis estudios. Cuando terminé la escuela primaria, en 1934, ya estaba parcialmente ciego. Hoy soy completamente ciego, pero afortunadamente, aprendí a utilizar el lenguaje Braille, así que me puedo comunicar bien con este método.
A pesar de los desafíos, agradezco a Dios por permitirme tener éxito como uno de los colportores líderes en Tanzania. Antes de ser un colportor, era un granjero y podía hacer muchas tareas por mí mismo. Ahora puedo colportar con bastante independencia. Solamente cuando viajo lejos de mi casa necesito apoyarme en la ayuda de otros colportores.
Llegué a ser un colportor luego de asistir a unas reuniones de colportaje. Me sentí reavivado y fortalecido. Sentí un gran deseo de servir al Señor, pero al considerar mi ceguera, tuve lástima de mí mismo y pensé que en mi condición, no podría hacerlo. En esos días, Dios me llevó a escuchar la historia de un cojo que no podía caminar, pero invitaba a la gente a su casa y le leía de la Palabra de Dios. Como resultado, llevó a muchas personas a Cristo. Entonces pensé: ¿por qué rio yo? Si Dios puede usar a un cojo, seguramente puede usar también a un ciego.
Sin perder tiempo decidí ofrecer mis servicios en el ministerio de las publicaciones. Dejé de lado mis preocupaciones acerca de mi ceguera y dije: «Querido Señor, vengo a ti. Por favor, úsame como soy». Fui aceptado en el programa de colportaje, y nunca me arrepentí de trabajar para Dios. Hoy puedo vender la mayoría de los libros sin ayuda. Por la gracia de Dios he aprendido a realizar transacciones, recibir dinero, y dar cambio sin ningún problema.
El señor siempre ha sido fiel conmigo. Por eso animo a los colportores recordándoles que debemos trabajar “mientras dura el día”, porque “la noche viene, cuando nadie puede trabajar”. Me encanta la canción «Sublime gracia». Me identifico: «fui ciego mas hoy yo veo”. Dios me ha dado un nuevo tipo de vista mediante el colportaje. Veo claramente los problemas de la familia humana en este mundo de pecado, y también el resplandor de la mañana dorada cuando Jesús volverá a reclamar a su pueblo. ¡Seamos fieles!.
Martin Quamsinda, Tanzania
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao