¡Trabajar orar, y esperar!
Bueno es esperar en calladamente a que el Señor venga a salvarnos.
Lamentaciones 3:26, NVI.
Hace dos años estaba trabajando en Borsa. Visité instituciones públicas y recomendaba libros a la gente que conocía. En un negocio, un vendedor se interesó en mis libros y me pidió que volviera cuando tuviese nuevos títulos. También conocí a la mujer que era su jefa de trabajo. Al principio estaba reticente, pero luego de una visita amigable y de ofrecerme a tomarle la presión, su actitud cambió y al terminar la presentación la animé a comprar El conflicto de los siglos, y ella aceptó.
Al visitarla un tiempo después descubrí que provenía de una familia católica y que era muy ferviente en su fe. De hecho, a los 18 años fue a Roma, a una escuela para monjas. Luego de estar allí tres meses escuchó una voz interior que le decía que dejara la escuela. Al parecer, Dios tenia planes diferentes para ella.
El invierno pasado la visité nuevamente y noté que su rostro exultaba paz. Me pidió que la visitara de nuevo y que le llevara más libros espirituales. Pasó algún tiempo hasta que pude visitar su pueblo otra vez, pero cuando nos encontramos, parecía feliz de verme. Me dijo que me había estado esperando porque quería asistir a mi iglesia. El sábado siguiente la llevé a la Iglesia Adventista de su pueblo, y no faltó ni un sábado. Me dijo que al leer El conflicto delos siglos notó varias similitudes entre la experiencia de Martín Lutero y la suya propia. Esto la motivó a leer el libro completo, y concluyó que tenía la verdad.
Actualmente ella está estudiando el curso bíblico por correspondencia Sola Scriptura y preparándose para ser bautizada. Tiene un espíritu misionero muy entusiasta, y me pidió que le diera algunos libros espirituales para venderlos en su negocio. También ora para que su esposo y sus padres acepten al Señor como su Salvador.
Ojalá tengamos la esperanza paciente y la fe tranquila para vencer en nuestra relación personal con el Señor y en nuestras aspiraciones por otros. Oremos para que cada ejemplar de El conflicto de los siglos sea usado como un instrumento para cambiar corazones y moldear vidas para el Reino.
Maria Tomoiaga. Rumania
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
