Ministerio en el mercado
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Que todos los que buscan se alegren y se regocijen: que los que aman tu salvación digan siempre: “¡Cuán grande es el Señor!» Salmo 40: 16, NVI.
Howleedy Simeon, una colportora de Honiara, tenía un puesto en el mercado Mamulele donde vendía libros. Un día, una mujer se acercó y mostró interés en los libros que Howleedy estaba vendiendo. Compró varios de ellos, y eso la llevó a estudios bíblicos.
Hace poco recibí esta carta de la mujer que le dio los estudios bíblicos:
“Querido Joshua Labuvolo:
«Como miembro de la iglesia Adventista de Naha quisiera elogiar el trabajo de una de sus colportoras: Howleedy Simeon. Ella ha hecho un trabajo excelente vendiendo libros y testificando, lo que ha tocado y bendecido muchas vidas. Yo soy una de ellas.
“Un día, Howleedy estaba vendiendo libros en el mercado Mamulele. Una mujer de la Iglesia Evangélica del Mar del Sur se le acercó. Esta mujer era la directora de una de las escuelas de la ciudad. Mientras conversaban, Howleedy notó que la mujer estaba interesada, así que le presentó la verdad de la Biblia. Yo tuve el privilegio de darle los estudios bíblicos a esta mujer, lo cual culminó en su bautismo.
«Esta mujer siguió compartiendo su amor por Jesús, y otras siete personas fueron Bautizadas, incluyendo el pastor de la iglesia evangélica a la que solía asistir. Él fue bautizado en el Maranatha Hall y se comprometió a volver a su pueblo y compartir las buenas nuevas con los miembros de su iglesia. Con la ayuda de Dios, espera convertir su congregación en una Iglesia Adventista.
«Todo esto sucedió gracias a Howleedy Simeon. Gracias a Dios por utilizar a esta mujer para el avance de su obra mediante el colportaje. Alphea Alependava»
Agradecemos a Dios por los fieles colportores. Ya sea que los resultados sean evidentes o no, el Espíritu Santo regará las semillas plantadas hasta que florezcan en el jardín del Señor.
Joshua Labuvolo, Islas Salomón
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
