Ese olor me recuerda a…
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Experimenta: ¿Cuál es tu olor favorito? ¿Cuál te trae más recuerdos?
El aroma a chocolate me recuerda el que preparaba mi mamá cuando hacía frío. Si cierro los ojos por un segundo y pienso en ese olor, puedo recordar cuando mis hermanos y yo nos sentábamos a la mesa a disfrutar una taza de chocolate caliente. Además del agradable aroma, puedo recoredar el color semitransparente de la taza, el color de las flores del mantel, la ropa que cada uno usaba, el color de las paredes del comedor, mis pies fríos que colgaban de la silla porque yo era aún muy pequeña; hasta la conversación de algunas de esas noches de chocolate caliente.
Los olores son capaces de estimular intensamente nuestra memoria. Pueden traerte recuerdos tan agradables que cuando los sientes quisieras aspirar profundamente y volver en el tiempo. Pero otros nos recuerdan cosas desagradables y dolorosas… entonces queremos que desaparezcan inmediatamente.
Debemos ser cuidadosos con las emociones y los recuerdos que despiertan ciertos aromas, porque pueden llevarnos a tomar malas decisiones. Como la historia de Isaac y sus hijos Jacob y Esaú.
Esaú se dejó llevar por el aroma de un delicioso plato de lentejas y vendió su primogenitura a Jacob. Su padre, Isaac, que ya estaba ciego, se dejó llevar por el olor de las ropas de Jacob, quien lo engañó haciéndose pasar por su hermano, por lo que el hijo equivocado recibió la bendición. Ambos cometieron un error gracias a un olor que les agradaba y sus decisiones cambiaron el futuro de una nación. ¡Qué peligroso puede ser dejarse llevar por lo que nuestra nariz nos hace recordad y sentir!
¿Hay algún «olor peligroso» en tu vida? Pide ayuda a Dios. Él también puede hacerse cargo de tu nariz cuando se lo pidas.
«Cuando Jacob se acercó para besarlo, Isaac le olió la ropa. Entonces lo bendijo con estas palabras: «Sí, este olor es de mi hijo. Es como el olor de un campo bendecido por el Señor»» (Génesis 27:27)
Tomado de:
Lecturas Devocionales
para Menores 2015
“Ciencia divertida
para cada día”
Por: Yaqueline Tello Ayala
