Matinal Para Adultos 2015 Para el: 06 agosto
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“Reunidos, pues, ellos, les preguntó Pilato: ‘¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?’ ” (Mateo 27:17).
De todos los contrastes de las escenas de la Pasión, el más sorprendente y significativo es, sin duda, el relato de Cristo y Barrabás. ¿Quién era Barrabás? Reuniendo todos los datos bíblicos, sabemos que era un preso famoso que, según algunos códices, se llamaba Jesús Barrabás. Era un bandido y un homicida. Elena de de White añade: “Este hombre había aseverado ser el Mesías. Pretendía tener autoridad para establecer un orden de cosas diferente para arreglar el mundo. […] Bajo el manto del entusiasmo religioso, se ocultaba un bribón empedernido y desesperado, que solo procuraba cometer actos de rebelión y crueldad” (El Deseado de todas las gentes, p. 681).
Pilato quería usar el enorme contraste moral y humano existente entre Cristo y Barrabás para despertar en el pueblo el sentido de justicia y suscitar su simpatía por Jesús: “¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?” La respuesta parecía obvia, pero Pilato se equivocó: “Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiera a Barrabás y que se diera muerte a Jesús” (Mat. 27:20) y la respuesta del pueblo fue elegir a Barrabás. Cuando Pilato quiso interceder nuevamente por Jesús, ellos volvieron a dar voces gritando: “¡Sea crucificado!”
¿Cuál fue el proceso psicológico de esta absurda, inicua, injusta, infame y cruel respuesta? Es a través de la conciencia, iluminada y esclarecida por el Espíritu Santo, que Dios nos revela su voluntad y nos convence, pero los líderes religiosos de Jerusalén habían quebrantado sus conciencias mediante tres acciones lamentables: en primer lugar, condenaron a Jesús a muerte antes de juzgarlo; en segundo lugar, usaron todo tipo de intrigas para llevar a cabo sus planes, sin importarles la fabricación de pruebas y testigos falsos; en tercer lugar, manipularon al pueblo para que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús, incluso insinuaron a Pilato veladas amenazas de denunciarle ante el César si lo soltaba.
Cuando se anula la conciencia, las pasiones se desatan, y se pueden cometer los actos más horrendos y elegir las opciones más absurdas. Por ello, cuando necesitamos escoger entre Cristo y “Barrabás”, estemos plenamente seguros de que tenemos una conciencia limpia y esclarecida.
Hoy es tu oportunidad de elegir a Jesús. Hazlo y decide vivir tu vida para honrar su nombre.
Tomado de: Lecturas devocionales para Adultos 2015
«Pero hay un Dios en los Cielos»
Por: Carlos Puyol Buil
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