Una cita divina
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Y cuando se le amonesta al sabio, aprende ciencia. Proverbios 21:11.
Las oficinas de la Misión Adventista en Burkina Faso acababan de cerrar, y la mayoría de los empleados se habían ido luego de un día de trabajo. Estaba solo en la oficina arreglando unos asuntos urgentes, cuando sonó el teléfono. Para mi sorpresa, era un cliente que pidió disculpas por llamar tan tarde, pero me pidió que lo ayudara a encontrar un libro titulado Para la pareja, del Dr. Julián Melgosa y Annette D. Melgosa. Lo quería para regalárselo a una pareja que se casaría al día siguiente. Me contó cómo la lectura de ese libro lo había bendecido profundamente, y creía que sería de gran beneficio para la nueva pareja que se iba a casar.
Como la librería estaba cerrada, le dije que sería difícil satisfacer su deseo, porque el único libro que tenía conmigo era Amor sin secretos. Me rogó que solucionara su problema, así que luego de cortar la comunicación comencé a llamar a los colportores de la ciudad para ver quién podía ayudarme. Para mi sorpresa, la primera persona que llamé aceptó volver a la librería y darme el libro que necesitaba.
El cliente estaba muy feliz cuando lo llamé para decirle que su problema estaba solucionado. Cuando llegó a la oficina a recoger el libro tenía una sonrisa enorme: de hecho, estaba tan emocionado que no solo compró el libro que quería sino también el que yo había sugerido. Luego compartió conmigo cuánto valoraba nuestros libros, y me dijo que quería compartirlos con sus amigos y familiares. Mientras hablábamos, en la entrada de la sede de la Misión, vio un cartel que decía: «Iglesia Adventista del Séptimo Día». Me preguntó: «¿Qué significa eso?» Yo estaba feliz de aprovechar esa oportunidad para hablarle de los mensajes bíblicos de nuestra iglesia. Cuando le dije que estábamos dispuestos a ayudarlo a aprender más acerca de la Palabra de Dios mediante el estudio de la Biblia, aceptó gozoso. Este fue el comienzo de una nueva amistad.
El Señor utiliza las publicaciones de maneras interesantes para ayudar a sus hijos a encontrar el camino hacia la verdad espiritual y la vida eterna. Con mis compañeros continuamos orando para que nuestro nuevo amigo crezca en conocimiento hasta un discernimiento completo de la verdad que Dios le ha dado. También oramos por Burkina Faso y el avance de nuestra misión aquí.
Isaac Djiguimkoudre, Burkina Faso
Tomado de: Meditaciones Matinales para Colportores 2015
Encuentros con la gracia de Dios
