Un Dios de Sorpresas
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Me has dado a conocer los caminos de la vida: me llenará: de alegría en tu presencia. (Hechos 2:28, NVI)
Era un hermoso día de verano, y me encontraba en un tren, cansado, volviendo a casa después de horas y horas de colportar. Un hombre de mediana edad estaba sentado frente a mí. Descubrí que era de Bulgaria, pero que estaba viviendo en San Petersburgo, Rusia.
Estábamos en silencio mientras el tren repiqueteaba monótonamente por los rieles; y al cabo de un rato comenzamos a hablar sobre cosas en común: problemas, preocupaciones, y los obstáculos de la vida diaria. Como sé que la necesidad más grande de la humanidad es Jesucristo, poco a poco comencé a hablar sobre temas espirituales.
Le hablé de la Biblia, el libro inspirado que ha cambiado millones de vidas; y le conté profecías y eventos que ocurrirán cerca del fin de la historia de este mundo, incluso hablamos de un tema que nos incumbía a ambos: el fin del régimen totalitario.
Testifiqué acerca de por qué creo en Dios. Él parecía ser un hombre pensante con intereses espirituales, que estaba buscando los valores reales de la vida. Lamentablemente, no tenía ningún libro conmigo para mostrarle, pero anhelaba poder presentarle nuestros libros, que señalan al Creador. Me ofrecía enviarle algunos libros por correo, y el aceptó gustoso. Luego, nos separamos en buenos términos.
Al volver a mi casa, prepare un paquete que incluía EL conflicto de los siglos y un casete con un sermón del Pr. Mark Finley. Luego de lacrar el paquete, fui a la oficina postal y allí me informaron que tenía que abrir el paquete y un encargado de aduanas tenía que revisarlo. Yo me moleste, sin darme cuenta de que ésta era una intervención divina: él tenía un plan.
Cuando abrió el paquete para inspeccionarlo, la encargada vio El conflicto de los siglos y preguntó sobre el mismo. Le expliqué que este libro único describe el pasado con detalles y predice el futuro del mundo. Me sorprendí cuando ella me dijo que quería comprar un ejemplar. ¡Ya no me molestaba que hubieran abierto el paquete!.
Dios tiene maneras maravillosas de distribuir este libro importante entre las personas que lo necesitan desesperadamente. Una vez más, en su maravillosa manera, Dios me sorprendió. ¡Sus sorpresas me llenan de gozo!
Plamen Bosashki, Bulgaria
Tomado de: Matinal para Colportores 2015
«Encuentros con la gracia de Dios»
Compilado por Howard Faigao
